Lee y escucha estas historias reales de mujeres que tuvieron dudas, presiones para abortar, se sintieron que el mundo se les venía encima, que estaban solas… pero al final hicieron un gran esfuerzo para superar las dificultades y tuvieron a su bebé. Para eso, no dudes en pedir ayuda.
La Historia de Pansela
Cada persona que aparece en estas páginas nos aporta algo que nos ayuda a profundizar en lo que supone realmente el aborto y el daño que hace a la mujer. Con Pansela, una rumana de 24 años me reafirmo. Esta mujer, con dos hijos, sin trabajo y sin recursos ya había abortado una vez. Ahora no quería porque como mujer y como madre sabía lo que había supuesto esto para ella y para su hijo, así que acudió a pedir ayuda a la trabajadora social del pueblo donde residía cuando descubrió que estaba embarazada. ¿Saben la ayuda que recibió? Pues el dinero para abortar, pero no a “fondo perdido”, aunque sí reintegrable en cómodos plazos. La profesional se quedó a gusto, al menos se garantizó que quitándose al niño de encima, se quitaría a la madre y con ello futuro trabajo extra. ¿Esta es la ayuda que una mujer presta a otra en nombre del progresismo? Pues mire señora asistenta, la rumana en cuestión tuvo más vergüenza y más humanidad que tu. No abortó y no ha querido ir a pedirte más ayuda. Con tu pan te lo comas y con tu conciencia te pelees, si es que la tienes.
Nuestra conversación es telefónica porque en el momento de hablar con ella está en Rumanía, en Corradia, esperando su tercer bebé. Debido a la escasez de recursos todavía no sabe si lo que espera es niño o niña, a pesar de estar de seis meses de embarazo.
¿Cómo llegaste a España?
Me vine buscando trabajo
¿Cuál era tu situación cuando te quedaste embarazada?
Cuando mi segunda hija tenía tres meses me quedé embarazada otra vez y mi marido se quedó sin trabajo. No teníamos ninguna ayuda y pensaba que no podría darle de comer.
¿Fuiste a abortar?
Sí, cuando estaba embrazada de tres meses fui a abortar.
¿Qué pasó para que no lo hicieras?
En la puerta del abortorio me encontré con un hombre que me dijo que quería hablar conmigo?
¿Ibas sola?
No, iba con el padre del niño que estaba a punto de abortar.
¿Quién era y qué te dijo?
Se llama Daniel y es médico. Estaba en una asociación que ofrecía ayuda a mujeres embarazadas con problemas. Me enseñó la figura de un feto de tres meses, que era como el que yo llevaba dentro. Eso hizo que me volviera parar atrás, me hizo pensar que no está bien matar a un niño que no tiene culpa.
¿Te fiaste de una persona que no conocías?
Bueno, al principio dudé de si me estaría ofreciendo ayuda y luego me la negaría
¿Cuánto tiempo tardaste en darte la vuelta? ¿fue rápido?
No, rápido no. Estuvimos pensando un poco porque no teníamos trabajo y teníamos dos niños y no sabíamos qué íbamos a hacer, qué iba a pasar cuando naciera el niño. Estuvimos dándole vueltas un cuarto de hora.
El padre ¿qué decía?
Que le daba pena y que no abortara al niño. No quería que abortara.
¿Qué edad tiene ahora el niño?
Tres años y medio.
¿El aborto lo pagabais vosotros o era por la seguridad social?
Lo pagábamos nosotros
¿Cuánto os cobraban?
Como 300 euros más la anestesia, que eran otros 60 euros más.
Pero si no tenías dinero ¿cómo lo ibas a pagar?
Hablando con ellos me dijeron que lo pagara poco a poco.
Vamos, como quien compra una nevera a plazos.
Sí, sí, eso.
Cuándo dices hablando con ellos ¿te refieres a la gente del abortorio?
No, a la trabajadora social del pueblo en el que vivía.
Cuando decidiste no abortar ¿volviste a pedirle ayuda?
No, no la quise volver a ver, yo estaba muy contenta.
Tú ya habías abortado una vez.
Sí, no estaba con mi marido de ahora, estaba con otro y fue otra historia.
¿Cómo recuerdas aquello?
Muy mal. Lloré mucho antes de hacerlo porque el padre del niño me forzaba a hacerlo. Me sentí muy mal.
¿De cuánto estabas?
Muy poco, como un mes y pico.
¿Te has arrepentido de tener al niño, estarías mejor si no hubiese nacido?
Nunca me arrepentiré de haber tenido al niño, estoy muy contenta. Es más, muchas veces he pensado que hubiese hecho muy mal si hubiese matado al niño. Muchas veces me pongo a llorar, me pongo triste al pensarlo. Ahora tengo al niño, está grande, lo quiero mucho. Cuando está en la barriga no te das cuenta y no te da tiempo a pensar que no está bien matar a un niño. El tema económico está muy malo, pero estoy muy contenta con mis niños, ahora tendrán un hermano o hermana y eso será bueno también para ellos, uno está ilusionado con que sea un niño y el otro con que sea una niña.
Y al que abortaste ¿se te ha olvidado?
No, no lo he olvidado. Muchas veces pienso cómo sería; ahora tendría seis años. Ahora tengo una hernia, me tengo que operar y mi embarazo es de riesgo. Estoy deseando volver a España porque aquí no tengo dinero para ir al médico, incluso no sé todavía el sexo de mi hijo a pesar de que estoy embarazada de seis meses.
¿Te gusta España?
Si, me gustaría vivir toda la vida en España, estoy como en mi casa, tengo muchos amigos y cuando tenía necesidades, la gente me ayudaba, no compraba casi nada para los niños, solamente comida. Ahora mismo, en Rumanía estamos viviendo siete personas en una habitación, no tenemos baño… somos muy pobres, pero estoy muy contenta con mis hijo, los que han nacido y el que tengo dentro de mi.
Los mellizos portugueses se salvaron por menos de 24 horas
Sabina Amaral tiene 20 años, no tiene trabajo. Su madre la abandonó cuando tenía un mes y un día. Hasta los tres años la crió su tía y luego pasó a un centro, junto a su hermana gemela y un hermano de tres años, hasta que cumplió los 18. Ahora está embarazada de gemelos, soltera, vive de nuevo con su tía, de 77 años, junto a sus dos hermanos, su tío está ciego y viven todos de las pensiones de los tíos. ¿Le aconsejarías abortar? Lo iba a hacer, pero hubo gente que en lugar de aconsejarle abortar, le ayudó.
Esta entrevista se desarrolla en Portugal. Sabina nos recibe en casa de su tía donde continúa con su embarazo de 15 semanas. Sus gemelos están vivos por horas porque tenía cita para abortar el viernes 21 de marzo de 2014. Dos días antes, el día de San José, habló con una trabajadora social y ésta, a su vez, se puso en contacto con “Apoyo a la vida” una asociación portuguesa de defensa de la vida, que incluso cuenta con una casa de acogida a mujeres en Lisboa, que la remitió a un médico español que trabaja en un centro de salud de la ciudad de Portalegre. Éste la citó para hablar con ella el jueves, la víspera del aborto. Con un margen de menos de 24 horas la convenció para que no lo hiciera. Ista e a sua pequenha historia.
Sabina, ¿conoces a tu madre?
No, nos abandonó y nunca la hemos visto. Mi tía se hizo cargo de mi y de mi hermana cuando teníamos un mes y un día y de mi hermano, que tenía tres años.
¿Y a tu padre?
Si, a mi padre sí, el nos dejó con su hermana, con mi tía, cuando mi madre se fue. A los tres años nos llevaron a un centro, donde estuvimos hasta los 18, y luego volvimos con mi tía.
¿Qué hace ahora tu padre?
Vive en una barraca recogiendo chatarra. Él viene a vernos, siempre se interesó por nosotros pero nunca hemos vivido con él. A los tres años mi hermana y yo fuimos a un colegio que está en Veiro, el pueblo donde vivimos con mi tía, por lo que los fines de semana veníamos a casa. Mi tía ha sido padre y madre a la vez.
¿Qué estudiaste en el colegio?
Hasta decimosegundo año (equivalente a segundo de bachillerato en España).
¿Cómo te enteraste de que estabas embarazada?
Ya había estado embarazada hace nueve meses, pero tuve un aborto espontáneo, el bebé murió. Esta vez me hice el test en casa de mi novio.
¿Cómo te sentiste cuando tuviste el aborto espontáneo?
Me sentí muy abatida. Mi novio me dijo que si con el espontáneo me sentí tan mal, con un aborto provocado me sentiría mucho peor, por lo que quería que siguiera para adelante con el embarazo.
Cuando viste que estabas embarazada ¿qué pensaste?
Me puse muy contenta, y él también se puso contento, pero después, a medida que fue pasando el tiempo, su madre fue influyendo en él.
¿Esta vez a quién se lo contaste?
Primero a mi hermana y después a mi novio. Mi hermana se puso contenta.
¿Qué edad tiene tu novio y qué te dijo?
Tiene 26 años. Como te digo, al principio se ilusionó pero después, influenciado por su madre, me dijo que abortara.
¿Él tiene padre?
No, su padre los abandonó cuando su madre se quedó embarazada. Su madre ya tenía dos hijos de otro hombre.
¿Tiene trabajo?
Sí, es militar.
¿No se lo contaste a tu tía?
Sí, después se lo conté a ella, cuando estaba de seis semanas.
¿Qué te dijo?
Que no abortara, que no está bien matar a un hijo. (Interviene su tía, presente en la entrevista) Si yo las crié a ellas con muchas dificultades, también criaré a sus hijos.
Así mismo fuiste ¿no?
Sí, fui.
¿Por qué?
Porque estaba presionada.
¿Tú qué querías?
Yo quería tenerlo, solo fui a la primera consulta porque mi novio y su madre me presionaban, especialmente su madre.
¿Quién fue contigo al médico para abortar?
Primero fui a la ciudad de Estremoz y el médico y la trabajadora social me derivaron al hospital de Portalegre, donde el aborto es por la seguridad social. En el hospital me dijeron que eran gemelos. Le dije que no quería abortar y me preguntaron por qué iba.
Entonces le dije que era para ver cómo era el procedimiento.
¿Te hicieron una ecografía?
Sí.
¿Te dejaron verla?
Sí la vi, la vi.
¿Te la enseñaron ellos o la pediste tú?
Me la enseñaron ellos, me dijeron que eran gemelos. Allí estaba de siete semanas.
Aunque les dijiste que no querías abortar, te fijaron fecha para hacerlo.
Sí, sí , la fijaron. Me dijeron que tenía tres días para pensarlo.
A partir de ese momento te pones en contacto con una trabajadora social.
Sí.
Me llamó el doctor Daniel para hablar conmigo. Entonces fue cuando definitivamente decidí que no abortaba. Mi novio, cuando se enteró en el hospital que eran gemelos también había cambiado de idea, ya no me decía que abortara.
El doctor Daniel me mostró, con uno muñecos, cómo eran los niños que llevo dentro, su tamaño… todo. Me envió a España a hacer una ecografía en color y todo. Esa ecografía fue la que convenció también a mi suegra cuando la vio.
Con frecuencia les pregunto a las mujeres si están contentas de no haber abortado.
Yo estoy contenta. Solamente me preocupa lo que pueda pasar de aquí en adelante porque es un embarazo de riesgo al ser gemelos (Interviene su tía) Sí contenta, con muchas dificultades, pero contenta.
¿Y tu novio? ¿Está contento?
Sí, el también. Hace unos días, después de ir al hospital de Portalegre, ya con 15 semanas de embarazo, nos hicimos una ecografía en la ciudad de Évora y escuchamos latir sus corazones
¿Y su madre?
También, ya está contenta ella también. Lo ha aceptado.
¿Tenéis pensado casaros?
Sí, queremos buscar una casa en la ciudad de Évora para vivir los cuatro.
¿Tenéis pensado nombres?
Sí, pero nombres de niñas, pero según nos dicen los médicos serán niños, aunque todavía es muy pronto, aunque ya se me nota barriguita solamente estoy de 15 semanas.
¿Te atreverías a dar algún consejo a las mujeres que estén en la situación en la que has estado tu?
Mi consejo es que nunca lo hagan, que nunca aborten, aunque la situación parezca muy mala o estén muy desesperadas, que nunca lo hagan.